A continuación encontrarás los 10
consejos indispensables para ser feliz en situación de desempleo. Toda persona
que ostenta una ocupación tiene la obligación de desarrollar su profesionalidad y disfrutar de
lo que hace para reportar un valor añadido a la sociedad donde vive. ¡Ser
PARADO es ahora tu trabajo, no lo olvides!!!.
1.- PRACTICA ALGÚN DEPORTE
AERÓBICO: Practica cualquiera que se te ocurra. Para encontrar un trabajo debes de estar en movimiento, porque justamente se trata de dejar de estar “parado”. Es importante que elijas uno en el que sueltes
bastante adrenalina. Tu familia te lo agradecerá y los tímpanos de algún vecino
también. Gritarás menos fuerte y te ahorrarás muchas discusiones.
Si tienes un saco de esos de “boxing”
no es mala idea que le des una buena tunda, de vez en cuando, sobre todo cuando
te acuerdes de aquellos que te decían, el día que salías (con tu caja de
cartón, con tu maceta y tu taza de café) por la puerta de tu último empleo, “No
te preocupes porque eras un buen profesional y enseguida estarás de nuevo
trabajando”. Una vez comiences este ejercicio, es muy recomendable, que cuando
notes que tu empeño decae, pongas, en un lugar visible del saco, la foto de
algún político o banquero. No vale la de tu exjefe, pues el pobre no tiene la
culpa de lo que pasó, incluso es muy posible que él ahora se encuentre en tu
misma situación y ya se haya llevado su caja a casa y esté aporreando su saco. Otra
de las ventajas es que nadie te podrá reprochar que no eres un luchador. ¡Menudos
golpes que le metes al cacharro ese!!!.¡ Con lo pacífico que parecías!!!. (El
saco de boxeo puede ser sustituido por uno de patatas hortelanas de 25 kgs.).
2.- SONRÍE: La risa es un gran
ejercicio antidepresivo. Se comenta que debemos sonreír, al menos 10 veces al
día. Mi consejo es que sonrías al menos unas 50. No es que 50 risas
reporten un mayor beneficio que 10. Pero si acumulas excedente de risas, puedes
meter un papelito, donde escribas vale por 10 risas, en una bolsa que guardarás
en un lugar oscuro. De esta forma, cuando te llegue una semana de bajón y te
encuentres deprimido, sin ganas de reírte un día y al otro, métete en el lugar
oscuro y ves sacando los papelitos de 10 risas cada uno. Así no perderás el ritmo
de sonreír y seguirás con la máxima de sonreir “al menos 10 veces al día”.
3.- HAZ AQUELLO DE LO QUE LUEGO NUNCA
TIENES TIEMPO: Escribe felicitaciones de cumpleaños y Christmas de navidad. Es
posible que en cuanto encuentres trabajo, estés tan liado que no tengas tiempo
de hacerlo. Ahora justamente te sobra tiempo. Aprovéchalo productivamente.
O mejor…
Escribe un discurso de despedida
a tus compañeros de trabajo. ¡Nooooo…. No se me ha ido la pinza. No estoy loco!!!.
Es posible que en tu último empleo te quedaras tan “knockeado” ante la noticia
de que tenías que vaciar tu mesa en 5 minutos y acompañar al de seguridad, que
no te dio tiempo a decir ni un triste adiós siquiera a los que te encontrabas
por el pasillo. Si lo hubieses tenido preparado dentro de la chaqueta,
seguramente en 3 minutos y medio hubieses vaciado tu despacho (Total para lo
que hay que llevarse) y te hubiese sobrado 1 minuto largo para despedirte cariñosamente
a modo de Candela Peña en los últimos Goya. Según está el mercado laboral… y
con la precariedad que se presupone seguirá existiendo, vas a tener oportunidad
de dedicar ese discurso unas cuantas veces más, así que no lo tires.
4.- CONTRATA UN 902: Contrata una
línea 902 y haz saber que desde este momento es tu teléfono de contacto. Si la
cosa se pone fea y empiezas a tener problemas financieros, imagina la de
llamadas que vas a recibir para reclamarte facturas pendientes. Si te llaman del
banco, porque no has podido atender el vencimiento de tu hipoteca, dales cuerda
para que vayan sumando minutos. Le darás la vuelta a la tortilla y, al final,
irás generando algunos ingresos. Empieza a ganar dinero con tu banco. Piensa
que es otra forma de hacer “freshbanking”. Si los holandeses pueden ¿Por qué tú
no?. Además, todo el mundo evita llamar
a los 902 porque saben lo caros que son, así que lo mismo evitas que te llamen
para decirte que tu cuenta bancaria está igual de vacía que tu nevera. Inserta
una locución a la recepción de la llamada del tipo “todas nuestras líneas están
ocupadas, permanezca a la espera y será atendido en breve”. Luego, al finalizar
la llamada, informa que realizarás una encuesta de satisfacción (más que nada para
fastidiar al del banco. Será tu venganza personal. Que anda que no jode que, después
de tenerte esperando ni se sabe, te quieran medir la satisfacción sin haberte
dado una respuesta ni solución).
5.- CREÁTE UN BUEN PLAN DE
INVERSIÓN: En cuanto recibas tus 400€ de subsidio vete corriendo (esto último
te ayudará a coger fondo para que le des con más fuerza al saco de boxeo) a la
Sala de Juego más cercana. Apuesta todo lo que puedas. Lo más probable es que
pierdas todo tu dinero el mismo día que lo hayas cobrado (Dando por hecho que lo
cobras y no te lo ha retenido tu banco porque no pagas tu hipoteca). Pero lo
mismo estás en racha y apañas el mes y te empiezas a sentir, efímeramente, como
cuando eras un respetable trabajador asalariado. Aunque todo esto te parezca
una temeridad, te aseguro que es lo más sensato. Lo realmente descabellado es
que alguien piense que puedas subsistir con esos exiguos 400€ durante más de 10
días seguidos.
6.- AMPLIA TU RED DE “NETWORKING”:
No desatiendas a tus contactos. Nunca se sabe dónde puede estar la oportunidad
que te brinde el tan ansiado puesto de trabajo. Sondea el parque. Muévete por
los bancos. (He dicho parque y no “parqué” bursátil y bancos, sí bancos, pero
los que hay frente a tu casa). Haz saber a todos sobre tu nueva situación. Que
estás en el paro no. Que ya se te nota por la cara de rancio que tienes. Me refiero
a que tienes un 902 y si encuentras a alguien, con suficiente saldo en su móvil,
que memorice tu número y te llame. Dile que es un número de una ONG que entrega
mantas y bolsas de comida por los parques. Ya verás cómo se crea enseguida
corrillo a tu alrededor. ¿Ves?. Ya has ampliado tu red de “networking”. Ahora
de ti depende que sepas aprovecharla al máximo y saques el mejor partido de
ella. El éxito es de los que lo persiguen. Tú eres todo un luchador. ¿Ves ya le
estás sacando rendimiento a lo del “boxing”?.
7.- PRUEBA A PONERTE LA CORBATA
DEL UNIFORME DE TU HIJO: Haciendo esto, volverás a sentirte como si estuvieras
en plena actividad laboral y si encuentras un trabajo estarás en activo y en la
onda de inmediato. Te retrotraerás a ti mismo a esa sensación de ahogo y
autentica congoja que sentías, cuando andabas por el pasillo de tu oficina y te
encontrabas el corrillo de turno, cuchicheando sobre posibles candidatos a ser
incluidos en la lista de la próxima regulación de personal.
8.- PRACTICA ALGUNA ACTIVIDAD DE
VOLUNTARIADO SOCIAL: Aprovecha tus habilidades de interlocución y liderazgo colabora
en algún taller de ayuda a los más desfavorecidos (Siiiiiiií, que tú eres un
privilegiado con 400€ y los hay que ni eso). Destina el 0,7% de tus ingresos a estas
iniciativas. Puedes comprar 2,8€ de pipas de girasol y repartirlas por el
parque. Ese señor tan amable, que duerme entre los cartones, seguro que
compartirá contigo su teta-brik y podrás tener una amena charla. Sobre todo
sociabilízate, quedarse en casa de brazos cruzados no ayuda nada. El empleo no
te va a venir a buscar a casa.
9.- APROVECHA A AMPLIAR TU
FORMACIÓN: Cursos tales como:
“Monográfico: Aguanta la risa más
de 30 segundos cuando alguien te diga que en su grupo de amigos todos están
fijos”.
“Curso de reciclaje profesional
para Tasadores, Promotores y Agentes Inmobiliarios”.
“Curso para Notarios: Recupere el
esplendor y la algarabía de su negocio alquilando sus salas de espera como lugar
de ocio para la 3ª edad”.
“Mil formas diferentes de meterse
las manos en los bolsillos, mientras espera en la cola del INEM a ser atendido”.
“Como evitar al entrar en un
ascensor que le hablen del tiempo o de la situación económica y política del
país”. Solo para estudiantes de post-grado.
“Como pensar en el director de su
banco sin pensar en toda su familia. Principalmente ascendentes de primer grado”.
Curso solo para personas con un alto índice de autocontrol. Abstenerse personas
con antecedentes de violencia callejera o que estén en posesión de la licencia
de armas”.
Como última opción:
10.- APÚNTATE A CLASES DE SALTO
DE TRAMPOLÍN: Ejercicio complementario a correr hacía la sala de juego y
pegarle al saco de boxeo. Aumentarán tu coordinación y tus reflejos. Esta
práctica será de vital importancia para cuando te vayan a desahuciar de tu
piso. Puedes salir al balcón y amenazar que te vas a tirar (asegúrate que están
los de la TV y la prensa) y con el rabillo del ojo, otea donde queda la
colchoneta hinchable de los bomberos. Si has sido un alumno avezado y has
aprovechado convenientemente las clases de salto, seguramente salvarás el
pellejo y probablemente ganes unos días hasta que se apruebe en el Congreso la
ley de “Dación en pago”. Eso sí, luego dormirás en los bancos de enfrente del
parque de tu casa. Bueno, mejor dicho, de tu antigua casa. ¿Para qué vas a
dejar el barrio? Si todo el mundo ya te conoce. El de los cartones te hará un
sitio fijo. Es lo que tiene haber sido altruista en el pasado. Es la ley kármica: “Todo lo que das te viene devuelto”. Además, así te asegurarás que,
algún buen vecino, te deje rebuscar en su bolsa de basura antes de que la
deposite en el contenedor. Todo un privilegio en estos tiempos que corren. Que
los contenedores de ahora son muy estrechos y como te descuides te succionan
para dentro. Si te ocurriera esto último, aprovechando que está oscuro, no te olvides
de sacar de tu bolsa el papelito de las 10 sonrisas. Que si no, seguro que se
te amargará el día.